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Terapia láser
Energía luminosa

¿Qué es la terapia láser?
La terapia láser es una técnica que utiliza la energía luminosa para inducir efectos biológicos a un nivel tisular más o menos profundo. Con el mismo flujo de energía suministrado, al variar el tiempo de exposición y la longitud de onda de la radiación se producen interacciones de distinta naturaleza entre el haz y el tejido.

¿Cómo funciona la terapia láser?

La terapia láser se produce con la interacción de los tejidos con el láser, concretamente tenemos tres tipos diferentes de interacción para diferentes tratamientos y resultados.
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INTERACCIÓN FOTOQUÍMICA

La energía absorbida por el tejido se utiliza para modificar la estructura de las moléculas y/o producir nuevas sustancias, como ácidos nucleicos y proteínas. El resultado es la bioestimulación del tejido para que se repare a sí mismo, pero también efectos antiinflamatorios y analgésicos.

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INTERACCIÓN FOTOTÉRMICA

Las colisiones entre átomos excitados transforman la energía luminosa en energía térmica. Esto provoca una vasodilatación de la microcirculación (aumento de la afluencia de O2 y eliminación de sustancias de desecho) y los consiguientes efectos analgésicos.

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INTERACCIÓN FOTOMECÁNICA

Un breve pulso de luz con una elevada potencia de pico genera ondas de presión que rompen los enlaces proteínicos en las zonas superficiales del tejido, liberando electrones y moléculas ionizadas. Esto permite la activación de los fibroblastos y el aumento de nutrientes útiles para la regeneración tisular.

¿Para qué sirve la terapia láser?
Efectos terapéuticos

El láser provoca una «limpieza» de sustancias proinflamatorias como la histamina y las citocinas y favorece la vasodilatación que aumenta el O2 en los tejidos lesionados.

Por un bloqueo del potencial de acción de las terminaciones nociceptivas superficiales.

El láser provoca un aumento de la síntesis de ARN y proteínas que facilitan los procesos de reparación de los tejidos.
¿Para qué sirve la terapia láser?
Efectos terapéuticos
El láser provoca una «limpieza» de sustancias proinflamatorias como la histamina y las citocinas y favorece la vasodilatación que aumenta el O2 en los tejidos lesionados.
Por un bloqueo del potencial de acción de las terminaciones nociceptivas superficiales.
El láser provoca un aumento de la síntesis de ARN y proteínas que facilitan los procesos de reparación de los tejidos.
Intensidad de estimulación
Alta potencia y baja potencia.
La línea de láser GLOBUS ofrece dispositivos portátiles de baja y alta potencia. Esta última desempeña un papel fundamental en la capacidad del rayo láser para penetrar en profundidad y desencadenar así el efecto terapéutico deseado en los tejidos.
¿Cómo funciona el tratamiento?
Modo de emisión.

Otro parámetro a tener en cuenta en función del objetivo terapéutico es el tipo de emisión. En emisión continua el láser produce una potencia constante durante el tiempo que está activo.

Con emisión continua, el haz se emite sin intermitencias: la frecuencia será = 0, por lo que la potencia media y de pico del haz láser serán iguales.

En el modo pulsado, la emisión tiene lugar a frecuencias más altas o más bajas que permiten la emisión de pulsos de corta duración y alta intensidad. En este modo existe una potencia media y una potencia de pico.

Parte del modo pulsado es el Duty Cycle: con el Duty Cycle es posible emitir altas dosis de energía al cuerpo, pero sin sobrecalentar (y por tanto dañar) los tejidos.

Propiedades de la terapia láser
La longitud de onda
La longitud de onda es la propiedad de la terapia láser que permite alcanzar distintos niveles de profundidad de tratamiento.

Los dispositivos láser GLOBUS permiten utilizar tres longitudes de onda diferentes, que encajan en la denominada «ventana terapéutica», es decir, la gama en la que la absorción por los cromóforos pasivos del cuerpo humano es más limitada.
Estudios clínicos sobre la terapia láser

Se cree que la terapia láser de baja intensidad (TLBI) tiene un efecto analgésico y biomodulador sobre la microcirculación.

Este estudio se diseñó para examinar el efecto analgésico de la TLBI y los posibles cambios en la microcirculación medidos mediante termografía en pacientes con osteoartritis de rodilla (KOA).

Los pacientes con osteoartritis de rodilla de leve a moderada se dividieron aleatoriamente en grupos para recibir TLBI o TLBI placebo.

Los tratamientos se administraron dos veces por semana durante un periodo de 4 semanas con un láser de diodo (longitud de onda de 830 nm, onda continua, potencia de 50 mW) en contacto con la piel a una dosis de 6 J/punto.

El grupo de control placebo fue tratado con una sonda ineficaz (potencia 0,5 mW) del mismo aspecto.

Se realizó una evaluación con termografía (termografía comparativa bilateral con cámara de infrarrojos AGA) antes del tratamiento, luego una vez a la semana durante el curso del tratamiento y luego dos semanas y dos meses después de finalizar las sesiones; se midieron la flexión articular, la circunferencia y la sensibilidad a la presión; también se registró la escala analógica visual.

En el grupo tratado con TLBI activa, se observó una mejora significativa del dolor (antes del tratamiento: 5,75; 2 meses después del tratamiento: 1,18); la circunferencia (antes del tratamiento: 40,45; después del tratamiento: 39,86); la sensibilidad a la presión (antes del tratamiento: 2,33; después del tratamiento: 0,77); y la flexión (antes del tratamiento: 105,83; después del tratamiento: 122,94).

En el grupo de placebo, los cambios en la flexión articular y el dolor no fueron significativos.

Las mediciones termográficas mostraron un aumento de la temperatura de al menos 0,58 °C y, por tanto, una mejora de la circulación en comparación con los valores iniciales.

En el grupo de placebo no se produjeron estos cambios.

Nuestros resultados muestran que la TLBI reduce el dolor en la osteoartritis de rodilla y mejora la microcirculación en la zona irradiada.

El dolor crónico de las articulaciones del pie y el tobillo es una de las dolencias más frecuentes en nuestro entorno médico.

En estudios anteriores se han descrito los beneficios de la terapia láser de baja intensidad (TLBI) para el dolor crónico en el codo, la mano, los dedos y la zona lumbar.

El presente estudio examinó los efectos de la TLBI en el dolor crónico de las articulaciones del pie y el tobillo.

En este estudio, 17 sujetos con dolor crónico de pie o tobillo (de distinta naturaleza) recibieron terapia con TLBI (1000 mW, 20J/cm², 830 nm, emisión continua).

Cada sujeto recibió dos tratamientos semanales durante 4 semanas. Se utilizó una escala analógica visual (EAV) para informar de los efectos de la terapia TLBI sobre el dolor crónico, y se observó una mejora significativa de los síntomas al final del ciclo de tratamiento.

Todos los pacientes menos 2 mostraron una mejoría de los síntomas: excelente (2) y buena (13). Sin embargo, tras el tratamiento no se observaron diferencias significativas en la amplitud de movimiento de la articulación del tobillo.

En las conversaciones con los pacientes también se abordó la importancia de una buena postura al caminar y de no sobrecargar la articulación del tobillo.

El presente estudio demostró que la TLBI era una forma eficaz de tratamiento para el dolor crónico de la articulación del pie y el tobillo en combinación con la educación postural durante todas las actividades de la vida diaria.

El trastorno temporomandibular es un término genérico utilizado para agrupar todos los signos y síntomas clínicos que afectan a los músculos masticatorios, la articulación temporomandibular (ATM) y las estructuras asociadas.

Dado que el trastorno temporomandibular es multifactorial, existen varias modalidades terapéuticas para eliminar los signos y síntomas.

La TLBI (terapia láser de baja intensidad) se utiliza habitualmente para reducir el dolor y acelerar los procesos de curación.

El objetivo de este estudio era evaluar la eficacia de la TLBI a 980 nm en pacientes con trastornos temporomandibulares.

48 sujetos con trastornos temporomandibulares (no degenerativos) se dividieron aleatoriamente en dos grupos.

En el grupo de estudio, los pacientes se sometieron a TLBI (980 nm, 80 Hz, 6 J) en tres puntos de la articulación temporomandibular durante un minuto.

En el grupo de placebo, el dispositivo láser se colocó y ajustó con los mismos parámetros pero sin emisión. Se volvió a evaluar el dolor y el chasquido temporomandibular a los 2 días, a los 4 días, a los 6 y a los 12 meses.

La intensidad del dolor después de 4 días en el grupo de estudio fue significativamente menor que en el grupo de placebo (2,4±1,36 VS 4,4±1,84).

La reducción del chasquido temporomandibular fue del 23,1% en el grupo de placebo y del 76,3% en el grupo de estudio.

Los resultados fueron estadísticamente significativos tanto para el dolor como para el chasquido hasta los 2 años de seguimiento, sin recidivas.

Por lo tanto, la TLBI a 980 nm es eficaz en el tratamiento del trastorno temporomandibular en cuanto a la reducción del dolor y el chasquido en pacientes con trastornos no degenerativos de la ATM.

Las cirugías bariátricas son técnicas eficaces para perder peso en casos de obesidad: sin embargo, sigue siendo un procedimiento invasivo y pueden producirse complicaciones posquirúrgicas.

La TLBI (terapia láser de baja intensidad) se utiliza cada vez más por su eficacia para controlar la respuesta inflamatoria, acelerar la reparación tisular y reducir el dolor.

El objetivo de este estudio era investigar los efectos de la fotobiomodulación tras la cirugía bariátrica y comprender los mecanismos de acción del láser sobre el proceso inflamatorio, la cicatrización de heridas y el dolor.

85 sujetos sometidos a cirugía de bypass gástrico fueron divididos en dos grupos y sometidos a terapia TLBI en 10 puntos diferentes de la cicatriz quirúrgica.

El grupo de estudio (43 pacientes) recibió terapia láser activa, mientras que el grupo de placebo (42 pacientes) recibió el mismo tratamiento pero con el dispositivo apagado.

El dispositivo utilizado para la terapia (y que se utilizó por encima de la herida abdominal, aproximadamente a 1 cm de su perímetro) fue un láser de diodo, con una longitud de onda de 808 nm, utilizado en modo de emisión continua, fluencia 10J/cm², potencia 100 mW, tiempo 20 segundos por spot, área del spot 0,20 cm².

Se utilizaron análisis bioquímicos e imágenes digitales para documentar y evaluar la respuesta inflamatoria, así como el proceso de reparación de la herida quirúrgica.

Los pacientes del grupo que realmente recibió terapia láser demostraron una reducción de la temperatura de la zona de la herida, así como de la velocidad de sedimentación globular (VSG), en comparación con el grupo de placebo, lo que demuestra que hubo un mejor control de los procesos inflamatorios, reparativos y analgésicos.

Así pues, la TLBI redujo los marcadores bioquímicos y la temperatura de la herida, lo que indica una buena capacidad para controlar los procesos inflamatorios.

Además, el edema y el dolor disminuyeron tras la terapia y mejoró la cicatrización de la herida quirúrgica.

Se utilizó un sistema de láser de diodo para tratar a 17 pacientes con trastornos ungueales: nueve pacientes con paroniquia crónica y ocho pacientes con uñas encarnadas (onicocriptosis).

Se trataron con TLBI uñas encarnadas en estadio I (según la clasificación Zaias N) o uñas encarnadas subcutáneas (según la clasificación Baran R y Dawber RPR).

El sistema láser emitió un haz de onda continua de 150 mW a 830 nm en el infrarrojo cercano sobre un pequeño punto redondo de aproximadamente 1 cm de diámetro, suministrando una dosis incidente de unos 45 J/cm2 por punto.

El haz láser se aplicó en seis puntos de los dedos de pacientes con paroniquia crónica y en quince puntos de los dedos de pacientes con uñas encarnadas durante quince segundos por punto.

El efecto fue evaluado y comunicado por los propios pacientes basándose en los hallazgos clínicos en una escala de cero a diez.

Puntuaciones según los resultados obtenidos:
0-2 Excelente
3-5 Bueno
6-7 Suficiente
8-10 Deficiente

En el caso de la paroniquia, 3 sujetos obtuvieron puntuaciones excelentes, 5 buenas y uno suficiente.

En cuanto a la uña encarnada, 5 pacientes obtuvieron puntuaciones excelentes, 2 buenas y uno suficiente.

Así pues, el 88% de los pacientes estaban satisfechos con el tratamiento al final del ciclo de sesiones.

Tras aproximadamente 5±4 sesiones de TLBI (de 2 a 14 días), los síntomas mejoraron satisfactoriamente en la mayoría de los casos.

Por este motivo, la TLBI puede ser una herramienta valiosa para el tratamiento de pacientes con uñas encarnadas en sus fases iniciales, especialmente debido a su carácter no invasivo, la ausencia de dolor, porque se tolera bien, y la ausencia de efectos secundarios.

Información práctica
Nuestros vídeos de terapia láser
La gama Physiolaser GLOBUS
Terapia láser: indicaciones básicas de uso
Terapia láser: patologías y principales ámbitos de aplicación
La terapia láser y sus aplicaciones:
Terapia láser
Fisioterapia

La terapia láser permite tratar un amplio espectro de trastornos del aparato musculoesquelético y cutáneo, facilitando su curación

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Podología

La terapia láser también se utiliza en podología y está muy indicada en el tratamiento de onicomicosis, úlceras vasculares, heridas y lesiones.

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